En Community Pregnancy Clinics, explicamos la realidad de cada una de las opciones para el embarazo que enfrenta una mujer: crianza de los hijos, adopción y aborto. Aunque muchas mujeres creen que el aborto es su única opción, nuestros atentos enfermeros y consejeros las ayudan a ver que ese no es el caso. Nuestras clínicas gratuitas para el embarazo hacen que la esperanza sea posible al prestar servicios gratuitos y poner a las mujeres en contacto con los recursos. Abajo se muestra una historia desde la perspectiva de una mujer que recientemente llegó a Community Pregnancy Clinics pensando que el aborto era su única opción.
Historia del cliente
Hace dos meses me enteré de que estaba embarazada. Estaba tan nerviosa porque tenía que decírselo a mi novio. Nos gustábamos mucho, pero sabíamos que él no quería tener un bebé. Quiero decir que éramos jóvenes y no estábamos casados, definitivamente no era nuestro plan. Después de armarme de valor para decirle que estaba embarazada, me dijo que abortara y que, si lo hacía, podríamos seguir juntos. No quería perderlo, así que programé una cita en Planned Parenthood. No quería abortar, pero pensé que era mi única opción. Ese día estaba muy nerviosa, cuando llegué sola, a Planned Parenthood.
Noté a un grupo de personas paradas afuera. Sostenían diferentes carteles que decían frases como “Estamos aquí para ayudar” y “la pondremos en contacto con los recursos”, y creo que también estaban orando. Se veían muy amables y yo realmente necesitaba ayuda. No quería lo que estaba a punto de ocurrir. Lentamente caminé hacia la puerta principal del enorme edificio gris, una mujer del grupo se me acercó. No recuerdo exactamente lo que me dijo, pero sabía que podía confiar en ella y que no quería entrar por esas grandes puertas. Así que me acompañó a la vuelta de la esquina a lo que dijo que era un centro para el embarazo que tenía servicios gratuitos, diferentes a los de Planned Parenthood.
No sabía que iba a pasar, pero me sentí segura. Mientras entramos al centro para el embarazo, me dio la bienvenida una chica joven sonriente que estaba en la recepción y poco tiempo después estaba sentada en una linda habitación con junto a una enfermera. Supe que podía confiar en ella. Fue muy amable y me hizo muchas preguntas que mi novio definitivamente no me había hecho desde que se enteró de que estaba embarazada. Me sentí segura. Entonces, le expliqué cómo mi novio me decía que abortara. Cómo me prometía que, si lo hacía, podríamos tener un futuro juntos. Me sentí bien expresar mis ideas y poder decirle todo esto en voz alta a la enfermera. Siguió escuchándome y asintiendo. Me sentí escuchada.
De pronto sonó mi teléfono, era él. Seguía diciendo la palabra aborto. Ya ni siquiera sabía que decirle y podía sentir el egoísmo en su voz. “¿Puede hablar con él?” Le pregunté a la enfermera. Ella lo hizo y me sentí aliviada. Ella nos explicó a los dos cómo podíamos hacer que esto funcionara y cómo podíamos cuidar esta pequeña vida que crecía en mí. Sabía que él no cedería, pero también sabía que ella tenía razón. Sabiendo que nunca iba a cambiar de opinión, colgué el teléfono.
“Me va a dejar. Me va a dejar, me quede con el bebé o no”, le dije a la enfermera. Ahora, tengo una historia médica complicada y, aunque soy joven, supe que esa pudo haber sido mi única oportunidad para tener un hijo. “Voy a desperdiciar esta oportunidad de ser mamá y aun así él me va a dejar”, dije. La enfermera se quedó sentada en silencio. Yo, me quedé viendo el suelo y analicé mis pensamientos.
Después de un momento, la enfermera se inclinó hacia adelante y me preguntó: “¿Quieres que vayamos a ver al bebé?”. “Por supuesto”, le dije con confianza. Me llevó a una sala de ultrasonido y pronto estaba mirando el corazón de mi bebé latiendo en la pantalla. Mi pequeño bebé. Me di cuenta de que no necesitaba a mi novio, necesitaba proteger a mi bebé.
El técnico de ultrasonido señaló las características del bebé que se estaban desarrollando y mostro la misma amabilidad y amor que la enfermera. Al final de la cita, me estaban hablando de diferentes vitaminas prenatales de las que nunca había oído hablar. Me di cuenta de que iba a ser mamá y me sentí muy bien. Con el apoyo de estas mujeres supe que iba a estar bien.
Si está embaraza y piensa que el aborto es la única opción, haga una cita en uno de los centros de recursos para el embarazo. Nuestro atento personal está listo para ayudarla en Naples, Fort Myers, Sarasota y Gainesville.